Julio Reyes Copello en la competencia del Latin Grammy

MEXICO (AP) — Ha trabajado con Marc Anthony, Thalía, Paulina Rubio y Ricky Martin, y este año podría llevarse cinco Latin Grammy, pero el productor colombiano Julio Reyes Copello dice que lo que más le sigue importando es entrar a su estudio para hacer música.

“Como que nunca levanto la cabeza de mi trabajo, soy un apasionado, enfermo por la música. entro a mi estudio y me olvido del mundo”, dijo Copello quien en la presente edición encontró su mayor número de nominaciones al Latin Grammy, incluyendo productor del año y mejor ingeniería de grabación para un álbum.

Asimismo podría llevarse un gramófono a la grabación del año por “Vivir mi vida” de Anthony, para la que también escribí la letra, y por “Mi marciana” de Alejandro Sanz. A su vez el disco del intérprete español, “La música no se toca”, le podría dar un Latin Grammy al álbum del año.

Lo que más cautiva a Reyes de su trabajo es el delicado aspecto de encausar las emociones de los creadores.

“Es una de las partes más apasionantes de mi oficio, porque ahí sí se gradúa uno de psicólogo, de experto en `timing’ (sincronización), en manejar sensibilidades muy muy complejas como la de los artistas y sacar lo mejor de ellos, que es lo importante”, dijo en una entrevista telefónica reciente con The Associated Press.

Reyes compara el papel de un buen productor con el de un fotógrafo.

“Pero mi cámara es un micrófono, tengo que estar listo en todos los aspectos, musical y técnicamente para capturar esa magia y mi termómetro es un termómetro emocional”, dijo. “Eso es lo que uno tiene que proteger ante todo, la magia del momento”.

El sello distintivo de Reyes es que no se limita a la consola. Tras haber estudiado música clásica y graduarse como pianista y compositor, Reyes suele hacer arreglos y componer en los discos en los que trabaja.

“Gracias a eso es que me llaman mucho los artistas, por mi piano, porque tengo la capacidad de traducir (las ideas)”, dijo.

Por ejemplo, cuenta Reyes, “La música no se toca” era un disco pensado originalmente en guitarra que terminó con partes sinfónicas que dieron otra dimensión a las canciones. Para Reyes ayudar a transformar la música de Sanz fue todo un honor.

“Digo con orgullo que es uno de los regalos más grandes que me ha dado la vida, porque yo pasé de ser fan a ser productor”, dijo. “Cuando conocí a Alejandro sentía que lo conocía de hace muchos años por su música”.

Reyes considera que es increíble la capacidad que tiene la música para retratar momentos, como los que vivió con Sanz en Miami al grabar el disco.

“Emocionalmente eso se traduce como un ADN que. inconscientemente está creando una sensación específica y eso yo lo he podido disfrutar, es lo que más disfruto de mi carrera”, dijo. “La música tiene esa capacidad de cambiar la perspectiva de la realidad automáticamente, y eso no lo logran muchas artes”.

Con el álbum homónimo de Kany García, Reyes logró su nominación a la mejor ingeniería de sonido. El productor tenía ganas de colaborar con ella desde la primera vez que escuchó su voz.

“Ella es increíble, una mujer súper honesta con unos pantalones buenísimos”, dijo. “Su honestidad es increíble, es estar con una persona que jamás te va a mentir”.

En un año tan exitoso para Reyes el gusto es mayor al poder compartirlo con Anthony con quien ha tenido años de confidencias.

“Automáticamente se me vienen a la cabeza las memorias y lo que sé que está pasando en la vida de él”, dijo sobre el momento en el que llega “Vivir mi vida” a la carrera de Anthony. “Siento que por eso tiene tanta resonancia, cuando las palabras están respaldadas por verdades y por experiencias vividas tienen una contundencia especial y esto nos pasó en esta última canción que ha sido un éxito impresionante”.

Actualmente Reyes ha puesto en marcha su propia disquera, Art House Records, donde dice que está haciendo la música que a él le gustaría consumir.

“Quiero descubrir talento nuevo”, dijo, mientras que señala que su meta es nutrir a esos nuevos músicos. “La intuición natural del artista debe ser protegida, porque si se trata de imponer cosas ahí empieza la destrucción de la naturalidad. No todos los artistas tienen la capacidad para defenderse a sí mismos”.